Sin duda alguna yo quiero uno como ese. Me encantaría escribir en un lugar como ese. Querer y que te encante la idea de tener algo es interesante, pero puede ser peligroso cuando se confunden con Necesito. Puede ser que te guste el gazebo, puede ser que te encantaría la idea de tener uno, pero no lo necesitas para escribir.
Los escritores, somos grandes procrastinadores (no me pregunten como es que se eso) nos encantan las excusas para no åescribir. Nunca tendremos las condiciones perfectas y es esa una de las excusas que usamos para no escribir.
La realidad es que en el momento que quieras escribir, vas a escribir. No necesitas el gazebo de Neil para hacerlo. Simplemente tienes que enfrentarte al miedo que esta produciendo esa excusa de no escribir. Aun cuando el mismo Neil viniera a tu casa e instalara su Gazebo, lo mas probable es que seguirías sin escribir.
Para Escribir no se necesitan gazebos, o buen cafe o buenos programas en la computadora. Para Escribir necesitas sentarte y tener una conversación con tu peor critico, tu mismo. Para Escribir se necesita mirar hacia dentro de tu alma, escuchar a ese critico que tienes adentro y de todos modos ser un mal escritor. Nunca he conocido un escritor que se siente y crea que ha hecho un buen trabajo. No hay espacio para eso en el alma (No me preguntes porque, pero si encuentras la respuesta, compártela por favor)
Aun cuando consigas el programa de computadora perfecto, el cafe perfecto, el papel perfecto con la pluma perfecta en el gazebo perfecto, para escribir necesitas ver dentro de tu alma, escuchar a ese critico dentro de ti y estar dispuesto a ser un mal escritor.
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